La evaluación busca identificar el nivel general de desarrollo del niño y evaluar su rendimiento en diferentes áreas cognitivas y psicológicas, a través de instrumentos cuantitativos y cualitativos. Una vez identificadas las áreas de oportunidad del niño, se hace un diagnóstico y se sugieren estrategias de intervención que permitan mejorar su nivel de adaptación personal, social, familiar y escolar.
Se evalúan tres áreas principales:
Historia del desarrollo: Permite establecer el contexto específico del niño, tanto personal como familiar y social. Esta información sirve para la interpretación personalizada de los resultados y la elaboración de sugerencias especificas a su situación y recursos. Incluye: entrevista con los padres, historia clínica y estimación del nivel general de madurez.
Área cognitiva: Busca identificar el nivel de desempeño del niño en varios aspectos cognitivos que son la base del aprendizaje y del rendimiento escolar. Se utilizan instrumentos estandarizados y actualizados. Se evalúan las siguientes habilidades: inteligencia, atención, memoria, escritura, lectura, y aritmética. También se tiene una entrevista telefónica con la persona encargada del caso del niño en su colegio para conocer su problemática a fondo.
Área psicológica: Describe el estado emocional actual del niño, y como puede estar afectando su adaptación personal, familiar, social y escolar. Se aplican pruebas proyectivas y estandarizadas, tanto a los niños como a sus padres. Evalúa: el nivel de ajuste y manejo de emociones.
Otras áreas: En caso de que se considere necesario para llegar a un diagnóstico adecuado, se pueden incluir otras pruebas o estrategias de evaluación sin costo adicional.
Tiene 4 pasos:
Entrevista con los padres, para conocer a profundidad el caso, y recabar la historia de desarrollo. Es recomendable que acudan ambos padres, o la persona encargada del cuidado diario del niño. La sesión dura una hora aproximadamente.
Sesiones de aplicación de pruebas con el niño. Cada sesión puede durar entre 1 y 2 horas, de acuerdo a las características y necesidades de cada niño. En total, son aproximadamente 6 horas. Los padres pueden esperarlo en el centro, o regresar puntualmente por él a la hora acordada.
Elaboración del informe, durante la semana siguiente a la última sesión de evaluación del niño.
Entrega de resultados, en una sesión de una hora de duración con los padres.
La evaluadora es una psicológica clínica con experiencia de más de 10 años en el diagnóstico de niños y adolescentes.
Trabajo en equipo con la escuela u otros especialistas involucrados en el caso.
Claridad y precisión en los resultados.
Diagnóstico de acuerdo al DSM-V
Sugerencias prácticas para los padres y la escuela.
Evaluación urgente (con costo extra).
Aunque se recomienda evaluar todas las áreas para un mejor diagnóstico, puede evaluarse sólo el área académica o el área psicológica si así se requiere.
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