Sentar las bases para la disciplina, formación y educación de los hijos es una de las tareas que pareciera simple, pero en ocasiones se vuelve la más complicada y, al mismo tiempo, la más gratificante en nuestra vida como padres.
Generalmente vamos enseñando a los hijos influenciados por la manera y forma en la que fuimos criados, por lo que utilizamos las mismas técnicas de disciplina y de comunicación. Por lo tanto, conviene no sólo quedarnos con lo vivido, sino también comprender que las necesidades de nuestros hijos son diferentes y que entonces ser padres requiere que aprendamos métodos y principios enfocados al desarrollo íntegro, como la crianza respetuosa, la disciplina positiva, la educación emocional, entre otras.
La crianza con respeto tiene sus origines en la teoría del apego (John Bowlby) y se basa en la importancia del vínculo emocional que desarrollan los bebés con sus padres o con las personas que los cuidan. La Disciplina Positiva se basa en los principios del psiquiatra Alfred Adler y Rudolf Dreikurs, quienes sentaron las bases que permiten el desarrollo de un ambiente de crianza con respeto, mutuo, cooperación y responsabilidad.
Considerando la propuesta de los psiquiatras anteriormente nombrados; Lynn Lott y Jane Nelsen se dieron a la tarea de simplificar la teoría Adleriana en herramientas prácticas y sencillas para los padres de familia. Dejando siempre en claro que el equilibrio entre el amor y la firmeza son los pilares fundamentales para el desarrollo de habilidades para la vida en el núcleo familiar.
El programa de asesoría en disciplina positiva y educación emocional brinda acompañamiento personalizado a los padres para que logren identificar sus propios recursos y al mismo tiempo, les va brindando herramientas que les permitan incrementar el sentido de pertenencia e importancia, propiciando con esto un vínculo sano para lograr el desarrollo pleno de la familia.
Las asesorías son personales y la cantidad de sesiones dependerá de la familia y la situación que se va a trabajar. Para adaptar alguna de las herramientas se requiere un mínimo de 8 sesiones.
Se realiza una entrevista inicial donde se va conociendo la dinámica familiar, la forma en la que se establecen los límites, la manera en la que se marcan las reglas y consecuencias en casa, los estilos de comunicación que se manejan, las rutinas que se tienen establecidas, la distribución de las actividades en familia y los horarios, entre otros aspectos.
Las sesiones se llevan a cabo con los padres de familia, ya que se busca que ellos desarrollen aún más su autoridad dentro de casa y la dinámica familiar. Solo se tienen sesiones con la familia completa si el caso o la estrategia lo requiere.
La primer sesión donde se realiza la entrevista y se fijan los objetivos, tiene una duración de 90 minutos. A partir de esa sesión se pueden agendar las sesiones en conjunto con el asesor familiar y esas sesiones tienen una duración de 60 minutos. Se recomienda que las sesiones sean semanales para favorecer la aplicación de las estrategias y de esta manera poder fomentar el desarrollo de las habilidades.
Las asesorías son brindadas por Eveli Orozco, certificada por la Positive Discipline Association como asesora familiar en disciplina positiva.